sábado, 19 de enero de 2013

Lance Armstrong: la desfachatez del falso campeón


En estos días hemos podido ver la famosa entrevista  a Lance Armstrong, el ex-ganador de siete Tours de Francia. La entrevista ha sido realizada por Oprah Winfrey, una de las personas más influyentes (por no decir la que más) de la televisión norteamericana. Para llevarla a cabo, establecieron que la entrevista debía ser sin condiciones, con las consecuencias que eso podría conllevar para el propio Armstrong. Había muchos rumores de que probablemente confesaría su dopaje, algo que finalmente sucedió. "Mi cóctel era una mezcla de EPO, transfusiones de sangre y testosterona", fue la confesión del ciclista.
 
Lo ha hecho. Ha confesado. Lance Armstrong no ha podido aguantar más la presión mediática. Sólo y totalmente acorralado, ha decidido confesar lo que muchos ya sabíamos desde hace tiempo: que se dopó para poder ganar los siete Tours de Francia que conquistó en su momento. Todavía recuerdo las imágenes en las que aparece en el podio de los Campos Elíseos de París celebrando aquellas victorias que consiguió, como ahora hemos sabido, en una total desigualdad de condiciones respecto a sus rivales. Ahí demostraba que no tenía escrúpulos, que era un auténtico sinvergüenza, acaparando el protagonismo que debían haber tenido otros. Por no hablar de aquel acto de chulería después de que la USADA le desposeyera de los siete Tours, cuando subió a Twitter una foto donde aparecía acostado en el sofá y con todos los maillots amarillos que había ganado enmarcados detrás de él. ¿Qué le va a decir ahora a su hijo mayor de 13 años que le defendía de todo aquel que le acusaba de haber hecho trampas? ¿Tendrá los mismos escrúpulos que cuando celebraba aquellas victorias totalmente inmerecidas para mirarle a la cara y decirle que es un tramposo de verdad?
 
Ha caído el que para algunos era un mito, para mí personalmente no lo era. Pero con ello también se borra de la historia una de las épocas más gloriosas del ciclismo, algo comparable en fútbol a la Quinta del Buitre o al Milán de Van Basten: el ya desaparecido US Postal, que más tarde pasó a llamarse Discovery Channel, aquel equipo del que formaron parte ciclistas como George Hincapié, Bobby Julich, José Azevedo, Benoit Joachim, Manolo el "Triki" Beltrán, Roberto Heras o Chechu Rubiera. Los dirigía Johan Bruyneel, aquel director deportivo que presumía de ser el que más Tours había ganado y que el año pasado tuvo que abandonar la dirección de Radioshack por ser cómplice de la mayor trama de dopaje conocida en el mundo del ciclismo, ya que muchos de los corredores que "ayudaron" a Armstrong a ganar aquellos Tours confesaron que también iban dopados. Uno de ellos, Floyd Landis, daría positivo más tarde, en el Tour de 2007, y su triunfo fue adjudicado a Óscar Pereiro.
 
Ahora, la pregunta que muchos os haréis, y que yo también me hago, es ¿qué va a pasar con esos Tours de Francia? Bueno, existe la posibilidad de que la organización deje sin ganador las ediciones de 1999 a 2005. Pero, si deciden darles un nuevo ganador, el palmarés de la ronda gala quedaría de la siguiente manera:

1999- Alex Zülle
2000- Jan Ullrich
2001- Jan Ullrich
2002- Joseba Beloki
2003- Jan Ullrich
2004- Andreas Kloden
2005- Ivan Basso

Como vemos, el más beneficiado de todo esto sería el alemán Jan Ullrich, que sumaría tres Tours más al que ya ganó en 1997. Sin embargo, no creo que todo esto ya les importe demasiado, ya que lo que todo ciclista quiere es celebrar la victoria en París, algo que no pudieron ni podrán hacer.

Cosas así son las que manchan el ciclismo, un deporte grandioso donde los haya, espectacular y abanderado del sacrificio, porque aún hay muchos ciclistas que ganan gracias a su esfuerzo y a su propio sacrificio, no debemos meter a todos en el mismo saco. Algo que podría ser heroico se convierte de la noche a la mañana en una gran mentira. Este caso es aún más grave, porque Armstrong llegó a convertirse en un ejemplo de superación para muchas personas después de haber superado con éxito un cáncer de testículos. Ahora todas esas personas se sentirán defraudadas por él. Armstrong no es un campeón, es un falso campeón.