El recorrido, de 250 kilómetros, parecía propicio para Mark Cavendish, de hecho, no sería descabellado pensar que la organización de los juegos preparó ese recorrido a conciencia para favorecer a su compatriota, algo totalmente lógico por otra parte. Sin embargo, una escapada formada por cerca de 30 corredores y en la que nuestra selección estuvo representada por Jonathan Castroviejo, Alejandro Valverde y Luis León Sánchez, terminó echando abajo la estrategia de selecciones como Gran Bretaña o Alemanía, que buscaban un sprint masivo, en donde sus líderes, Cavendish y Greipel, tendrían más opciones de conseguir el oro olímpico.
Cuando faltaban menos de 10 kilómetros para el final, Vinokourov y Urán saltaron del grupo de los escapados y se fueron solos hacia la meta. En los últimos metros el kazajo, perro viejo en estas situaciones (y si no lo es con 39 años es para matarlo), aprovechó un despiste del colombiano para llevarse la victoria. Por último, Kristoff se llevó el bronce al ganar el sprint de los escapados.
Sin duda, este logro pone el broche de oro, nunca mejor dicho, a la carrera de Alexandre Vinokourov, que ha logrado muchas victorias a lo largo de la misma y algunas de ellas muy importantes, como la Vuelta a España de 2006. Además, al terminar la carrera, ha anunciado que se retirará definitivamente del ciclismo después de disputar la prueba contrarreloj del miércoles día 1. No creo que haya una mejor manera de retirarse que ganando unos Juegos Olímpicos.
Ha sido un triunfo totalmente inesperado, porque nadie apostaba por el como ganador, pero al mismo tiempo totalmente merecido. ¡Enhorabuena! En cuanto a los españoles, nos queda esperar que Luis León Sánchez y Jonathan Castroviejo consigan alguna medalla en la prueba de contrarreloj. Va a ser muy complicado, porque habrá rivales muy fuertes, pero desde aquí les quiero desear toda la suerte del mundo.