Lunes. 20 de mayo de 2013. 20:00h.
Florentino Pérez comparece ante los medios en el Estadio Santiago Bernabéu, y
lo hace para confirmar una noticia que venía siendo un secreto a veces desde
hace ya algunas semanas: la no continuidad la próxima temporada de José
Mourinho en el banquillo del Real Madrid, que de esta manera se convertía en el
octavo entrenador, con el actual presidente, en decir adiós a este gran club.
De esta manera se cierra una etapa
de nuestro club, que ha durado tres años, y que nos ha dejado muchas cosas,
tanto buenas como malas. En cuanto al plano deportivo, se ha conseguido una
Copa del Rey; una Liga, la llamada “liga de los récords”, en la que el equipo
consiguió 100 puntos y marcó 121 goles; y una Supercopa de España. Sí, han sido
pocos títulos para lo que se le exige a un club de la talla del Real Madrid,
considerado el mejor del mundo, pero, casualmente, los tres títulos se han
conseguido ante el eterno rival, el FC Barcelona, ya que la liga se sentenció
en el Camp Nou. El técnico portugués ha conseguido hacer mínima la diferencia
existente entre los dos equipos antes de su llegada a base de buen juego y de
mucho trabajo. En cada temporada, los zarpazos a esa diferencia han sido más
grandes, hasta el punto de que, a día de hoy, se puede decir que el equipo
blanco está algo por encima del culé. Sólo hay que ver los enfrentamientos
directos de esta temporada entre los dos equipos, donde los culés sólo han
conseguido ganar en la ida de la Supercopa.
En Champions, con Mourinho en el
banquillo, el equipo ha alcanzado tres semifinales consecutivas. Uno de los
objetivos que se le marcó al técnico a su llegada fue el de ganar la tan
ansiada “Décima” y no lo ha conseguido. Y debemos reconocer también que el
rendimiento de un club como este no debe medirse por las veces que llega a
semifinales, sino por los trofeos que levanta a final de temporada, pero antes
de que Mourinho llegara, el equipo había estado seis años consecutivos cayendo
en octavos de final, y con él esa dinámica ha cambiado. Además, para poder
volver a reinar en Europa, el equipo, en primer lugar, debe recuperar la
competitividad que no había tenido en todos estos años atrás, y después de eso,
hay que dar el siguiente paso, que es el de ir a por el trofeo. Mourinho ha
devuelto la competitividad al equipo y lo ha puesto en la pole para volver a
ganar. Ha llegado a un bar, ha comenzado a jugar a las tragaperras y se ha ido
cuando la máquina ya estaba caliente. Estoy seguro que el entrenador que venga
en su lugar se aprovechará del trabajo de su antecesor y será el que de la
“Décima” al club.
En lo que respecta al plano
extradeportivo, José Mourinho se caracteriza por ser una persona sincera, de un
gran carácter, que va de cara y que no se arruga ante nada ni ante nadie. Eso
le ha valido para granjearse muchos enemigos desde su llegada al club, sobre
todo desde la prensa, donde en ningún momento ha cuajado la forma de ser del
técnico, aunque también ha llegado a hacer grandes amigos, como el tristemente
fallecido Manolo Preciado. Desde su llegada ha protagonizado una cruzada en
solitario contra el estamento arbitral, contra el calendario, contra la UEFA y
contra el propio Barça, del cual ha aprovechado cualquier ocasión para
atizarle. Se ha visto envuelto en varias polémicas, unas
veces provocados por otros y otras provocadas por él mismo, de las cuales hay
varias opiniones al respecto. Unos creen que ha perjudicado la imagen del club,
mientras otros opinan totalmente diferente, ya que creen que ha defendido a
este club mejor que muchos madridistas, y que se ha impregnado de lo que supone
el madridismo en toda su extensión.
Cada uno tenemos nuestra propia
opinión al respecto, todas igualmente válidas y respetables, pero creo que en
algunos puntos debemos tener una opinión conjunta. Mourinho se ha atrevido a
denunciar cosas que llevan mucho tiempo produciéndose y que nadie, hasta el
momento, ha tenido las agallas suficientes para denunciarlo, y además lo ha
hecho con un apoyo por parte del club totalmente inexistente en todo momento.
Todos recordamos aquel famoso “¿por qué?” tras un partido de ida de semifinales
de Champions contra el Barça en el que el Madrid fue claramente perjudicado, o aquella "comparación" de Pedro León con Zidane o Maradona.
Sin embargo, ha habido aspectos en los no ha actuado bien. El primero de ellos
es el dedazo a Tito Vilanova en la Supercopa de España. Ese acto no es propio
de un entrenador del Real Madrid, ahí se pasó. Tampoco ha gestionado bien el
tema Casillas. Las supuestas filtraciones a la prensa por parte del actual
capitán ha terminado pasando factura a la relación entre jugador y técnico.
Utilizó a Adán en su enfrentamiento con Iker y lo convirtió, casi sin quererlo,
en la diana de todos aquellos que desde el primer momento querían al portugués
fuera de este club. Adán llegó a pasarlo bastante mal por ello. De todos es
sabido que Casillas es una institución dentro y fuera de este club por todo lo
que representa, y Mourinho fue consciente en todo momento de que, si se metía
en ese terreno, saldría goleado. Sin embargo, su forma de ser no le permitía
rehuir el enfrentamiento, ya que es una persona que no se anda con medias
tintas, o estas con él o no lo estás, si te quedas en medio no te va a aceptar.
Que se lo digan a Pepe.
Bueno, y ahora, tras su marcha,
toca pensar en un nuevo entrenador para la próxima temporada. Todas las
quinielas apuntan a Carlo Ancelotti, aunque se barajan otros nombres, como Rafa
Benítez, Jürgen Klopp y hasta Jupp Heynckes, que volvería al equipo del que salió
en 1998. No me agrada demasiado Ancelotti para entrenar al Madrid. Nunca me han
gustado los entrenadores italianos, ya que creo que en general no saben
aprovechar el potencial de la plantilla de la que disponen, pero si finalmente
viene, bienvenido sea. Aquí todos son bien recibidos. Me gustaría más un
técnico como Klopp, con gusto por el buen fútbol y que sabe manejar bien a sus
equipos, sacando todo lo mejor de sus jugadores.
Y hasta aquí mi artículo sobre “The Special One”, como lo conocen en
Inglaterra. Han tres temporadas muy buenas, siempre desde mi punto de vista. Se
ha conseguido un gran avance en algunas cosas, en otras quizás no tanto, pero
si lo juntamos todo y hacemos una media, creo que obtenemos algo positivo y de
un nivel bastante alto. Algunos habrán sentido un enorme alivio al conocer su
marcha; sin embargo, por suerte o por desgracia, debo reconocer que éste no es
mi caso. Ahora quedará como un ser despreciable que ha destruido el Madrid,
pero el tiempo termina poniendo a cada uno en su sitio, y es probable que dentro
de muy poco tiempo se le empiece a echar de menos. Seguro que si se gana, se
comenzará a decir que es gracias a que Mourinho se ha ido; si perdemos, será
culpa suya por dejar el equipo destrozado tras su marcha, al más puro estilo
Rajoy con la herencia del señor Zapatero. Todo parece indicar que volverá al
Chelsea, equipo que ya dirigió hace unas temporadas y donde le esperan con los
brazos abiertos, ya que allí guardan un gran recuerdo de su persona. Le deseo
toda la suerte del mundo allá donde vaya. Prometo seguir su andadura a partir
de este momento.
Aquí os dejo algunos vídeos de sus mejores momentos en estos tres años al frente del equipo: