El pasado sábado día 10 se
presentó en Torremolinos la 70º edición de la Vuelta Ciclista a España, que
arrancará el 22 de agosto en Puerto Banús y finalizará el 13 de septiembre en
Madrid tras un año de “exilio” en Santiago de Compostela. Lejos de bajar el
nivel de años anteriores, este año la Vuelta será aún más dura si cabe, con
nueve finales en alto, todos ellos inéditos.
Como ya es tradición en los
últimos años, la carrera arrancará en Puerto Banús con una contrarreloj por equipos
de 7,4km que tendrá su meta en Marbella, y que servirá para establecer las
primeras diferencias entre los favoritos al triunfo final. Los finales en alto
no se harán de rogar, ya tendremos el primero en la segunda etapa con la
llegada a Caminito del Rey. En la cuarta etapa tendremos la siguiente llegada
en alto en Vejer de la Frontera, Cádiz, y en la sexta el pelotón finalizará la
jornada en la Sierra de Cazorla. En la séptima etapa viviremos el primer final
de alta montaña de la Vuelta 2015 en la Sierra de la Alpujarra.
Y, tras una semana
íntegramente por territorio andaluz, la carrera saldrá de Andalucía en la
octava etapa con dirección a Murcia, con un paso previo obligado por la Cresta
del Gallo antes de encarar la meta en la capital murciana, y después recorrerá
la Comunidad Valenciana (con llegada al Alto de la Cumbre del Sol incluido)
hasta llegar a Andorra, donde, tras la primera (y merecida) jornada de
descanso, se disputará la que posiblemente sea la etapa más dura de los últimos
años de la Vuelta a España, según dicen los organizadores y el propio Joaquim
“Purito” Rodríguez, conocedor de la zona por ser su lugar de residencia (y su
zona de entrenamiento habitual) y que ha sido el encargado de diseñar casi al
100% la etapa. Seis puertos, incluidos el paso por el Coll de la Gallina y el
final en Cortals d’Encamp y 5.200 metros de desnivel acumulado. Una barbaridad.
Luego de un par de etapas de
transición por Lleida y Tarazona, la Vuelta afrontará su ya habitual tríptico
de etapas por Cantabria y Asturias. Las etapas por el norte de España nunca
defraudan, son etapas que siempre dejan imágenes para el recuerdo, y este año
no va a ser menos. La Fuente del Chivo, Sotres y la Ermita de Alba prometen dar
espectáculo y brillo a la carrera. La Fuente del Chivo es un puerto largo y
tendido, con 21km y casi un 5% de desnivel medio, pero tiene tramos,
especialmente en la última parte del puerto, donde la pendiente puede alcanzar
un 16%. El Jitu de Escarandi (Sotres) también es un puerto largo, de unos 14km,
pero tiene unos primeros kilómetros durísimos y unas pendientes en su parte
final que pueden llegar a alcanzar el 25%, casi nada. La subida a la Ermita de
Alba es más corta (“sólo” 7km), pero a cambio los corredores tendrán que
afrontar una pendiente media del 11%.
Dejamos atrás Asturias, pero
la Vuelta aún tiene cosas que ofrecernos. Después de la segunda jornada de
descanso tendremos la única contrarreloj individual de esta edición. Se
disputará en Burgos, sobre un trazado prácticamente llano de 39km. Se quejaba
Chris Froome de la ausencia de una contrarreloj larga en la edición del Tour de
este año y demandaba una para la Vuelta. Pues nada, aquí la tiene.
Y una vuelta significativa
este año antes de echar el cierre en Madrid, y que ya llevaba varios años
ausente: una etapa por la Sierra de Guadarrama. Saldrá desde San Lorenzo del
Escorial y se ascenderá Navacerrada, se hará un doble paso por Morcuera y se
subirá Cotos antes de encarar el descenso hacia Cercedilla. Las etapas por la
Sierra de Guadarrama siempre dejan huella, ya que, al disputarse al final de la
carrera, hacen daño a unos corredores que ya llegan muy fatigados por los
esfuerzos acumulados.
En definitiva, la edición
2015 de la Vuelta Ciclista a España será igual o más dura que ediciones
anteriores. No tiene etapas míticas como los Lagos de Covadonga o el Angliru,
pero a cambio nos deja unos finales de etapa inéditos que competir en dureza
con otros puertos más conocidos y que también prometen ofrecer espectáculo al
aficionado. Por otro lado, nos deja también la vuelta de una etapa que, desde
mi punto de vista, se podría considerar como mítica: la etapa por Guadarrama.
Un punto en contra, y que también lo encontramos el año pasado, es que da pocas oportunidades a los sprinters para lucirse, pero no creo que esto afecte demasiado al nivel de la carrera. No sé vosotros, pero yo estoy deseando que llegue el 22 de agosto.