El viernes, Real Madrid y Atlético de Madrid pusieron el punto y final
a la temporada (a falta de la disputa de las últimas jornadas de liga) con la
disputa de la final de la Copa de Su Majestad el Rey en el estadio Santiago
Bernabéu. Finalmente se proclamó campeón el Atlético, que se impuso por 1-2 en
una final con prórroga incluida. Sin embargo, mi objetivo con este artículo no
es entrar a valorar el partido o si los rojiblancos son los justos vencedores o
no. Mi objetivo es otro bien distinto.
El Real Madrid ha cerrado la temporada de la forma más triste posible.
Aparte de la ya consabida derrota en la final de Copa, la imagen que dio en el
partido, a pesar de gozar de varias oportunidades claras (con disparos al palo y
varias intervenciones de Courtois), fue la de un equipo roto, dividido y lleno
de dudas. Las disputas internas de los últimos días han terminado influyendo en
el partido más importante de la temporada, donde el equipo se jugaba el llevar
a sus vitrinas un título más. La unión que con tanta insistencia ha pedido
Florentino Pérez para poder sacar adelante este partido no ha llegado, y eso ha
provocado que la Copa volara hacia el Calderón, cuando se daban todos los
condicionantes para que se quedara en el Bernabéu: enfrente un rival, el
Atleti, inferior a los blancos, y que llevaba catorce años sin ganar a su
vecino ¿se puede pedir más?
Mourinho se ha equivocado. No era el momento de salir a las ruedas de
prensa con la escopeta cargada, dispuesto a disparar a todo lo que se moviera.
Tampoco ha sido acertado airear una disputa personal con un miembro de la
plantilla, concretamente con Casillas, porque es algo que debería haber quedado
en el vestuario, a pesar de las continuas habladurías que hay en la prensa
desde que decidió sentarlo en La Rosaleda. Lo único que ha conseguido con eso
ha sido abrir aún más la brecha existente entre “mourhinistas” y “casillistas”.
Lo demostró Pepe, miembro de la guardia mourhiniana desde que el de Setúbal
llegó al club, que cambió de bando cuando empezó a percibir que el barco podía
hundirse. Ahora reniega de su técnico, aquel que movió cielo y tierra para que
lo renovaran cuando en el seno del club comenzaron a surgir las dudas acerca de
la conveniencia de su renovación.
Pero esto no acaba aquí. Hay jugadores que no han dado la talla en el
tramo final de la temporada. Empezamos por la delantera, donde Benzema e
Higuaín, el gato y el perro, han pasado absolutamente desapercibidos. Desde que
comenzó la temporada, Cristiano Ronaldo ha tenido que hacer su trabajo, el de
Benzema y el de Higuaín a la vez, y eso es algo muy difícil de mantener durante
la temporada entera, porque el portugués no puede participar de esa manera en
todos los partidos. Es necesario que salga uno de ellos, o los dos, y traer un killer, un delantero centro de verdad,
que remate todo lo que le llegue o casi todo. Desde aquí propongo a Lewandowski,
Edinson Cavani, el Kun Agüero o
Falcao, aunque la llegada de este último va a estar muy complicada dada la escasa
predisposición del Atlético a negociar con su eterno rival.
Seguimos. Otro que ha hecho un final de temporada muy pobre ha sido
Xabi Alonso. Es cierto que quizás José Mourinho lo haya exprimido hasta el
límite, pero la realidad es que no ha estado fino en este tramo de temporada.
Los últimos partidos ha estado muy desubicado en el campo y sus pases
milimétricos no han sido tales. Es más, los pases buenos que ha dado se pueden
contar por cuentagotas. El tolosarra es, junto con Mesut Özil, uno de los
termómetros del equipo. Cuando ellos no aparecen, el equipo no carbura y se
ahoga en la creación de juego. Por cierto, el alemán tampoco ha terminado
demasiado fino que digamos.
José Callejón tampoco ha aportado mucho al equipo esta temporada. Tan
escasa ha sido su aportación que desde hace dos meses más o menos ni siquiera
se sienta en el banquillo. Tras la campaña tan buena que realizó el año pasado,
que calló la boca a todo aquel que decía que sería el nuevo Pedro León, este
año ha entrado muy poco en escena. A Di María tampoco le ha salido este año la
gran temporada que realizó el año pasado, hasta el punto que el entrenador lo
ha relegado en varias ocasiones al banquillo y ha sido sustituido más de una
vez en el descanso.
No podemos olvidarnos de Pepe. El central portugués perdió su puesto de titular con su lesión y su lugar lo ocupó Varane, que ha cuajado una gran temporada. No se si será por el tiempo que ha estado parado, o porque Varane se le ha subido a la chepa, pero no ha vuelto a ser el defensa que era antes de lesionarse. De hecho, fue uno de los culpables de la derrota por 4-1 ante Borussia Dortmund.
Pero el mayor esperpento lo ha protagonizado, una vez más, Ricardo
Kaká. No entiendo, y supongo que la mayoría de los madridistas tampoco, como
este jugador sigue todavía en el club blanco. No ha aportado nada al equipo en
los cuatro años que lleva aquí y ha sido un continuo lastre para sus
compañeros. Cada vez que ha jugado me ha dado la impresión que el equipo estaba
jugando con diez porque ha estado totalmente desaparecido. Sin duda, el peor
fichaje de la nueva etapa florentiniana.
José Mourinho dijo en la rueda de prensa posterior a la final de Copa,
que ésta había sido la peor temporada de su carrera y que era un fracaso para
él como entrenador. Pero es que debe saber, sino lo sabe ya, que el Madrid es
diferente. Un gran palmarés no basta para triunfar en este club. Todo lo que no
te ocurre en el resto de clubes, aquí te ocurre fácilmente, en cuestión de
tiempo. Que se lo digan al portugués, que venía de conquistar un triplete en el
Inter de Milán y en su primera temporada en el equipo tuvo que “conformarse”
con una Copa del Rey, además de que perdió el récord de imbatibilidad en casa
que ostentaba desde hacía unas cuantas temporadas. Con lo que queda demostrado
que en este equipo nada es suficiente para tener éxito.
Lo que está claro es que hay que cambiar muchas cosas. No se puede
consentir que estas disputas entre jugadores y cuerpo técnico afecten al rendimiento
del equipo en el terreno de juego, porque al final el mayor perjudicado con
todo esto es el aficionado. Algunos jugadores, no recuerdo ahora quiénes,
prometieron devolver a la afición el apoyo recibido en la vuelta de semifinales
de Champions conquistando la Copa del Rey, pero han incumplido su palabra,
faltando el respeto de una forma total a toda la afición.
Florentino no debe consentir todo esto y debe tomar medidas. Que no le
tiemble el pulso para tomar las decisiones que haya que tomar. Si la solución a
los problemas pasa por un cambio de técnico, que es lo que aparentemente
quieren conseguir los jugadores con su actitud, sintiéndolo mucho habrá que
hacerlo. Aunque me dolería mucho la marcha de Mourinho, porque me parece un
entrenador fantástico y es una persona que se caracteriza por decir las cosas
claras y por decir lo que piensa. Sincero, sin tapujos. Con eso, ya tiene
ganado todo mi respeto.
Pero no debería quedarse ahí la cosa. Hay jugadores que están demostrando,
y no digo nombres, una falta total de compromiso hacia el club y hacia el
equipo. A esos jugadores habría que preguntarles si de verdad están
comprometidos con este proyecto, porque si no lo están hay que abrirles la
puerta de salida. No podemos tener jugadores sin compromiso en nuestro equipo
porque al final se convierten en un lastre para las aspiraciones del club. Algo
parecido ocurrió en el Atlético de Madrid cuando el Cholo Simeone llegó para
ocupar su banquillo. José Antonio Reyes manifestó públicamente que no se sentía
comprometido con el equipo, y el Cholo le abrió la puerta de salida. Reyes se
fue al Sevilla. Así de simple y así de sencillo.
No cabe duda de que vamos a tener un verano de lo más movidito. Va a
haber muchos movimientos, tanto de entrada como de salida. Pero esperemos que
todos esos movimientos sirvan para enderezar el rumbo del equipo y para encarar
la próxima temporada con otros aires. No volvamos a cometer el mismo error de
tirar la liga desde el principio para centrarse en la Champions League, porque
hemos terminado por perderlo todo. A veces es necesario pasar una temporada en
blanco, sin nada que llevarse a la boca, para reinventarse y resurgir de las
cenizas como el ave fénix. Esto es válido para el resto de equipos, pero no
para el Real Madrid, donde la exigencia de victorias te apremia desde el primer
momento.
Impresionante lectura de lo ocurrido en el Real Madrid. Suscribo absolutamente todo lo que has escrito, punto por punto.
ResponderEliminarHas dicho que no quieres hablar sobre el tema de la final de Copa pero yo sí. Un partido sin juego alguno por parte de ambos equipos pero que por ocasiones se lo debería haber llevado el Real Madrid. A los puntos, el Madrid sería el justo vencedor de la final pero el fútbol tiene estas cosas, que perdonas y lo acabas pagando. Otro tema aparte es la actuación arbitral. El Cholo Simeone si tiró todo el partido protestando y a la primera que sale Mourinho, a la calle. ¿Eso es que sólo lo vemos los madridistas? Apoyo por parte del club para acciones como esas es lo que pedimos algunos, que no sólo le toque a Mourinho decirlo en sala de prensa.
Sobre las guerras internas tengo la misma opinión. Eso debería quedarse en el vestuario, donde se lavan y se guardan los trapos sucios. ¿O es que los del país pequeñito de ahí arriba no las han tenido? Se filtró lo de Villa y enseguida cerraron filas para que no fuese engordando la pelota. Aquí no. Aquí ha salido Mourinho, Casillas, Ramos y Pepe a demostrar la poca unidad que hay en el vestuario y que está acabando con la unidad del madridismo, como bien decías, entre "mourinhistas" y "casillistas". Cuando hay diferencias entre ambos lo primero que hay que hacer es hablarlo. Si después de eso no sirve para nada, entonces buscar medidas. Esto se sabe como va a acabar, con Mourinho fuera del mejor club del siglo XX. Una pena sí, porque soy de los llamados "mourinhistas", pero no puedes a todo un grupo dividido y a la afición tampoco. Me quedaré siempre con su sinceridad en rueda de prensa y el demostrar que nadie es insustituible.
En el tema de rendimiento futbolístico pocos han estado a la altura. A todos los que has dicho le sumaría un intermitente Modric y un nefasto Coentrao. De todos modos, para las altas y bajas de la temporada que viene tampoco hay que volverse loco. Hay que fichar un delantero como Falcao, unos magos del balón como Silva, Mata o Isco, y un lateral diestro de garantías. Algún jugador de banda, otro extremo puro, un Bale también estaría bien.
Espero que este año en blanco, aunque hayamos ganado la Supercopa de España, sirva para cambiar en algunos aspectos futbolísticos e institucionales y volvamos al lugar que nos merecemos, ser un referente nacional, europeo y mundial. ¡HASTA EL FINAL, VAMOS REAL! ¡HALA MADRID!
Gracias amigo. No quería hablar del partido porque sería meterme en otros temas que escaparían del verdadero objetivo de este artículo. Sí, el Cholo se tiró todo el partido protestando y hubo momentos que el Mono Burgos tuvo que pedirle calma, y sin embargo Mourinho salió una vez y lo mandaron a la calle. Así es el arbitraje.
ResponderEliminarEste año han pasado cosas muy raras. Cosas que ni en los años posteriores a la ruptura de la "Galaxia" ocurrieron. Esos problemas hay que cortarlos de raíz para que no terminen hundiendo a este club.
En cuanto a lo que comentas de los culés, ellos tienen una cosa muy buena, y por ello los admiro, por nada más. Ellos tapan muy bien sus cosas y sólo salen a la luz cuando ellos quieren que salga. Pero en Madrid no funcionan así las cosas. En Madrid hay que darlo a conocer lo antes posible, por si nos quitan la exclusiva.
Se deben tomar muchas decisiones, y la mayoría de ellas son muy duras. Pero es necesario tomarlas por el bien del club.
Un saludo.